LOS VALORES SOCIALES DEL HABLA Y LA ESCRITURA
Los analfabetos se consideran así mismos como portadores de un estigma y se toman grandes trabajos para ocultar su incapacidad de leer y escribir.
El uso hablado aventaja en con mucho al uso escrito si ponemos el hablar-escuchar frente al escribir-leer, entonces coma, incluso para el mas alfabetizado de todos nosotros, el primero ocupa quizá nueve decimos de nuestro tiempo comparado con el segundo.
Ciertas investigaciones lingüísticas mas recientes se han ocupado de las dimensiones sociales del dialecto, y han mostrado que los grupos sociales desarrollan dialectos distintivos. La lengua estándar se muestra así como una conjunción específica de dialectos geográficos y sociales.
Trudgill señala que las mujeres son mas consientes de esta valorización social y responden más a ella que los hombres; las madres tienden a preocuparse mas del lenguaje de sus hijos que los padres, las maestras mas que los maestros, y las niñas tienden a responder mas a esas presiones que los niños.
Las formas de hablar de la clase trabajadora se consideraban como más masculinas que las formas de la clase media.
Estas valorizaciones son sociales más que gramaticales.
Se trata de juicios sobre el habla, pero las normas del juicio se derivan de concepciones relativas a la forma escrita y no hablada de la lengua. En otras palabras, hay una doble desviación del juicio. En primer lugar, los juicios de valor social se expresan, inapropiadamente, en términos gramaticales. En segundo lugar, un modo de lenguaje, el modo hablado, se juzga, inapropiadamente, según otro modo de lenguaje, el escrito.
La critica que se hace mas a menudo al lenguaje hablado es que esta desfigurado por frases incompletas, vacilaciones, pausas, repeticiones, arranques en falso, y otras cosas por el estilo.
El lenguaje hablado es instantáneo, el lenguaje escrito no lo es.
El habla espontánea expresa significados sobre la percepción que tiene el hablante del contexto social por encima de los otros significados que acarrea.
El lenguaje escrito, en cambio, no es espontáneo.
Los analfabetos se consideran así mismos como portadores de un estigma y se toman grandes trabajos para ocultar su incapacidad de leer y escribir.
El uso hablado aventaja en con mucho al uso escrito si ponemos el hablar-escuchar frente al escribir-leer, entonces coma, incluso para el mas alfabetizado de todos nosotros, el primero ocupa quizá nueve decimos de nuestro tiempo comparado con el segundo.
Ciertas investigaciones lingüísticas mas recientes se han ocupado de las dimensiones sociales del dialecto, y han mostrado que los grupos sociales desarrollan dialectos distintivos. La lengua estándar se muestra así como una conjunción específica de dialectos geográficos y sociales.
Trudgill señala que las mujeres son mas consientes de esta valorización social y responden más a ella que los hombres; las madres tienden a preocuparse mas del lenguaje de sus hijos que los padres, las maestras mas que los maestros, y las niñas tienden a responder mas a esas presiones que los niños.
Las formas de hablar de la clase trabajadora se consideraban como más masculinas que las formas de la clase media.
Estas valorizaciones son sociales más que gramaticales.
Se trata de juicios sobre el habla, pero las normas del juicio se derivan de concepciones relativas a la forma escrita y no hablada de la lengua. En otras palabras, hay una doble desviación del juicio. En primer lugar, los juicios de valor social se expresan, inapropiadamente, en términos gramaticales. En segundo lugar, un modo de lenguaje, el modo hablado, se juzga, inapropiadamente, según otro modo de lenguaje, el escrito.
La critica que se hace mas a menudo al lenguaje hablado es que esta desfigurado por frases incompletas, vacilaciones, pausas, repeticiones, arranques en falso, y otras cosas por el estilo.
El lenguaje hablado es instantáneo, el lenguaje escrito no lo es.
El habla espontánea expresa significados sobre la percepción que tiene el hablante del contexto social por encima de los otros significados que acarrea.
El lenguaje escrito, en cambio, no es espontáneo.